En la Universidad de Yale en Estados Unidos conservan sus libros en frío. La biblioteca Beinecke de Libros Raros y Manuscritos fue construida en la década del sesenta por el arquitecto Gordon Bunshaft y no pasa desapercibida ni a los más despistados. Es de granito y mármol translúcido y carece de ventanas. ¿Por qué conservan los libros al frío? Vean.
POR VICTORIA MANSILLA
El objetivo de este particular diseño es permitir el paso de una pequeña cantidad de luz solar para mejorar la conservación de los libros y evitar la acumulación de hongos, cosa muy común en las bibliotecas. Los bibliotecarios saben con solo mirar los libros, qué está ocurriendo. Si se ven manchas amarillo-verdosas en los lomos o en los bordes, es posible que sea el hongo Chaetomium; si la mancha es rojiza, cinabria o de color bermellón, estaremos ante el Acrostalgmus cinnabrarinus; los puntitos negros son típicos de las Alternarias; las manchas marrones del Spicaria elegans y las amarillas del Aspergillus repens.
Y no solo estos visitantes de nombres en latín, también hay insectos, cómo no. Dos tipos en particular son los insectos xilófagos: carcoma y escarabajos. Dentro de estos últimos destacan los Dermestidae, especializados en cueros y pergaminos, y los Leptismatidae. Dentro de la gran familia del carcoma (también conocidos como anóbidos) se encuentra el Xestobium rufovillosum, el escarabajo del reloj de la muerte. Las larvas de este anóbido son terribles devoradoras de madera y papel, motivo por el cual cumplen una función extraordinaria en la naturaleza al alimentarse de árboles secos en diversos grados de descomposición. Van devorando los árboles muertos realizando laberínticas galerías, lo que debilita la madera y la deja expuesta a filtraciones de agua o de rocío, lo cual permite que hongos y bacterias terminen por descomponerla. Estos tipos tan desagradables coparon la biblioteca Beinecke en 1977 y casi destruyen buena parte de la colección. El problema residía en que no era posible combatir la plaga con los insecticidas habituales debido a que sus libros se almacenan mediante un sistema hermético.


Los Leptimisdae son insectos de pequeño tamaño, color plateado y con forma de gota. Tienen unas antenas en la parte delantera y una larga cola trasera. En condiciones óptimas puede llegar a vivir plácidamente hasta tres años Tanto las ninfas como los adultos del denominado “pececito de plata” se alimentan de almidones y de las dextrinas del pegamento de los adhesivos que hay en el papel y en las colas de encuadernación. Con paciencia infinita se van comiendo la superficie hasta que aparece el temido agujero.
Un entendido entomólogo recomendó a los bibliotecarios congelar los libros a -36ºC. De este modo finalmente luego de dos años, se pudo controlar la plaga del Xestobium. A partir de esta experiencia, todo libro que llega a la biblioteca es congelado como medida preventiva durante tres días antes de pasar a formar parte de los estantes.