Por supuesto: si tenemos películas y series basadas en obras literarias, ¿por qué no vamos a tener edificios? Sí, señores, edificios que evoquen a diferentes novelas. ¿Quién no querría pasar un día como el de Alicia cuando cayó en el mundo de las maravillas? Y existe, claro que sí. Veamos.
POR BENJAMÍN LOMBARDO
Wonderland House, el hotel de Alicia en el País de las Maravillas, Brighton, Inglaterra.
Brighton es esa ciudad costera de ensueños del sur de Inglaterra (El fin del romance de Graham Greene termina en un hotel de la playa); así es como no sorprende que este hotel sea parte de la geografía del lugar. Lewis Carroll y su obra cobran vida en el paseo marítimo de Brighton. En Wonderland House cada rincón nos transporta inmediatamente a las lisérgicas aventuras de Alicia. Cuenta con seis habitaciones -todas temáticas, desde ya- donde se representan distintos pasajes de la novela y encontraremos objetos y personajes que dan identidad al libro: relojes por doquier, la Reina de Corazones, el Conejo Blanco, Cheshire el gato, Feliz No cumpleaños, y las fundamentales teteras, claro que sí.
Moby Dick en Massachusetts, Estados Unidos.
En la novela de Herman Melville, una familia india vive en una tribu donde ha construido su morada bajo el esqueleto de una ballena. El arquitecto Steven Holl se ocupó de hacer realidad la idea del escritor. En la isla de Martha’s Vineyard, perteneciente al estado de Massachusetts, construyó una casa tal junto al mar. La madera asemeja el blanco hueso del esqueleto y la estructura representa la descripción del autor.
El castillo de Kafka de Ricardo Bofill, Barcelona, España.
El reconocido arquitecto catalán Ricardo Bofill construyó en 1968 un enorme complejo arquitectónico en Sant Pere de Ribes, muy cerca de Barcelona. Según lo descripto por autor checo en su novela, Bofill se basó en mediciones e imaginó lo que Kafka tan bien narró.
Las ciudades de Marco Polo, Hotel 971 Menorca, España.
En Las ciudades invisibles, Italo Calvino escribió sobre los viajes que relatan Marco Polo y Kublai Khan. Cada una de las ciudades de las que hablan se conoce a través de relatos. El hotel 971 Menorca cuenta con seis habitaciones inspiradas en estos lugares que aparecen en el libro. Así vemos Berenice, Octavia, Leonia, Zobeida, Beerseba y Tecla. Se encuentra en la apacible isla de Menorca y está construido por el arquitecto Fernando Pons Vidal más interiores a cargo de Chiara Fabiani.
Dormir con Raskólnikov, San Petersburgo, Rusia.
En Crimen y castigo, Raskólnikov vivía en una pensión miserable. El hotel Radisson Sonya de San Petersburgo no lo es en absoluto pero las 173 habitaciones están decoradas de acuerdo al estilo napoleónico de la novela. Dostoyevski estaría encantado con la suntuosidad hotelera construido con encanto bohemio y motivos literarios. Las referencias a la novela son constantes a cada paso.