Federico Jeanmaire logra lo que un gran escritor: volver realidad la ficción. Novelista licenciado en Letras y docente, resulta de las plumas más originales de la literatura argentina contemporánea. Ya Miguel (Anagrama), la biografía ficticia de Cervantes logra esa primera premisa de la realidad y ficción y es finalista del Premio Herralde. Con su vasta obra suma más de veinte títulos. En su última publicación, Wërra (Anagrama), narra ficcionalmente -y no tanto- desde las barbaridades hasta la sinrazón de una guerra, logra, a través del relato, diseccionar etimológica y sociológicamente cada palabra y cada sentido: el de patriotismo, heroísmo, muerte y vida, amor y odio. Ya en Papá (Sudamericana-Seix Barral) había dejado entrever este correlato. Un narrador exquisito , por momentos casi hilarante -como en Amores enanos (Anagrama)- que de todos modos no deja pasar la miserabilidad humana. Aquí en sus propias palabras.
Foto: Maximiliano Luna para Infobae
*¿Principal defecto?
Llegar a las citas antes de lo acordado.
*¿Ocupación favorita?
La carpintería.
*¿Ideal de felicidad?
Despertarme y ver el sol.
*¿Autores favoritos en narrativa?
Cervantes, Duras, Woolf, Di Benedetto.
*¿Poetas?
Whitman, Orozco, Kamenszain.
*¿Un héroe de ficción?
El Batman gordo de la década del sesenta.
*¿Una heroína?
Patora.
*¿Un/a héroe/heroína de la vida real?
Mi amigo Manuel Hermelo que pasó el Covid con lo justo y se compró un traje para salir del hospital.
*¿Una figura histórica?
Mandela.
*¿Qué es lo que más detestás?
La desigualdad.
*¿Un hecho de armas que admires?
El viaje en tren de Gandhi.
*¿Qué don de la naturaleza desearías poseer?
Triunfar sobre la presbicia.
*¿Un lema?
Hacer las cosas, incluso mal, pero hacerlas.