Santiago Llach (Buenos Aires, 1972), poeta, docente, editor, fervoroso lector, y periodista cultural, publicó ocho libros de poesía, La Raza, Aramburu y Los compañeros; y Crónicas canallas, un libro de crónicas personales de fútbol. En 1996 obtuvo el primer premio del Concurso Diario de Poesía. Textos suyos fueron incluidos en distintas antologías y ganó becas y premios de Fundación Antorchas, British Council y otros. Fue jurado y organizador de concursos y eventos para el Ministerio de Cultura, el Fondo Nacional de las Artes y el Centro Cultural Recoleta. Fundó dos pequeñas editoriales: Siesta y Garrincha Club, y trabajó como editor freelance para Emecé/Planeta. Tradujo más de treinta libros del inglés al español. Es editor de ficción en La Agenda y un reconocido organizador de talleres de escritura creativa.
*¿Principal rasgo de tu carácter?
Lentitud para absorber. Dificultad para sintetizar. Paciencia. Impaciencia. Ira. Energía. Tensión.
*¿Principal defecto?
Nunca estar del todo acá.
*¿Ocupación favorita?
Muy lentamente, leer. Destellos de conexión social.
*¿Ideal de felicidad?
Trabajar de lo que me gusta me parece bastante. También me gustaría trabajar menos de lo que me gusta, hacer yoga todos los días y pesar quince kilos menos. Y volver a jugar al fútbol. Y tener cinco millones de dólares.
*¿Autores favoritos en narrativa?
Proust, Borges, Moore.
*¿Poetas?
Emily Dickinson.
*¿Un héroe de ficción?
Dos de Jorge Luis Borges: Rosendo Juárez y Brillo de la Verdadera Instrucción.
*¿Una heroína?
Dos de la inadvertida generación del 72: la narradora de También esto pasará de Milena Busquets y la protagonista de El papel preponderante del oxígeno de Ángeles Salvador.
*¿Un héroe de la vida real?
Magdalena, mi madre.
*¿Una figura histórica?
Homero.
*¿Qué es lo que más detestás?
No manejo ese verbo.
*¿Un hecho de armas que admires?
Últimamente descubrí la guerra de Troya. Lo que admiro es cómo está narrada en los libros que sobrevivieron, La Ilíada y La Odisea. Me gustaría leer los libros perdidos que también la narraban.
*¿Qué don de la naturaleza desearías poseer?
Volar no estaría mal, si es que es un don de la naturaleza.
*¿Un lema?
Perdón y gracias.

